A veces suelo pecar de purista. Me gusta que la comida sea fiel a sus bases. Pero también me encanta que la gente se ponga creativa y que tome la base de un plato y le añada su toque, de eso se trata la cocina para mí, reeinventarse constantemente.
With that said, les presento mi versión de una pasta carbonara. ¿Por qué la llamo lujuriosa? Porque no hay nada más sexy en este plato que la cremosidad de la yema convertida en salsa. Es sedosa, suntuosa y, a la vez, dulce con esas notas de parmesano que la elevan a otro nivel. La versión original de un carbonara es huevos, tocino, parmesano, pasta y un poco de agua de la cocción de la pasta. Mi rendición de este plato añade cebolla perla, un poco de perejil y limón. Siento que la cebolla le da un toque dulce; el limón, una acidéz necesaria entre tanta grasa deliciosa y el perejil brinda un toque de aroma que lo convierte en otro plato.
La maravilla de este plato es que realmente puedes ir añadiendo los ingredientes que quieras según lo que consideres. Unos hongos portobello o shitake, tal vez unas arvejas, cebollín, espárragos. La lista es larga. Les aseguro que no se van a demorar nada en esta receta, así que disfruten de esta delicia y me cuentan qué tal les va.
Tiempo de preparación | 15 min |
Tiempo de cocción | 15 min |
Raciones |
personas
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- 150 gr tocino picado en cubos gruesos
- 100 gr queso parmesano rallado
- 3 und yemas de huevo
- 1 und huevo entero
- 80 gr cebolla perla picada
- 5 gr perejil crespo
- 2 gr ralladura de limón grande amarillo
- pimienta en grano al gusto
- sal en grano al gusto
- 560 gr spaghetti
Ingredientes
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- Poner a calentar el agua con sal para el spaghetti hasta que hierva. Cuando hierva poner spaghetti a cocinar hasta que este al dente.
- Cortar el tocino y saltearlo en un sartén bien caliente. Poner el tocino sin ningún tipo de aceite o grasa ya que el tocino va a soltar la suficiente grasa para que se cocine.
- Una vez que el tocino esté ligeramente dorado, añadir la cebolla perla y cocinar hasta que esté transparente. Apagar el fuego.
- En un bowl cascar los huevos y añadir la mitad del queso parmesano y mezclar bien. En este momento puedes incorporar sal, pimienta y la ralladura de limón.
- Cuando el spaghetti esté por salir, reservar dos tazas de agua de cocción del spaghetti para la salsa. Colar la pasta.
- Prender la hornilla con el sartén con tocino y cebolla a fuego medio, añadir las dos tazas de agua y remover la mezcla hasta que se reduzca ligeramente. Añadir el spaghetti ya escurrido y revolver para que se mezcle con el tocino y la cebolla. Apagar el fuego y añadir lentamente la mezcla de huevo con queso parmesano, removiendo la pasta para que el huevo no se convierta en revuelto, sino que sea convierta en una salsa homogénea. Rectificar sal y pimienta y añadir perejil para terminar.
- Nota: no se preocupen que el huevo no se va a quedar crudo, el calor del sartén va a cocinar el huevo al igual que el agua de la pasta.