Por suerte, podemos tener varias pasiones en la vida. Como saben, el primer lugar se lo lleva la cocina. Pero el segundo, indudablemente, es la música. Mi casa siempre estuvo llena de acetatos, cd, tocadiscos y música del mundo entero. Mi padre, más allá de ser diplomático, es músico entonces lo llevo en la sangre. Todas mis historias y mis experiencias tienen un soundtrack, ¿no les pasa? El pop de los 80’s es mi infancia, el rock de los 90’s me ayudó a sobrellevar mi adolescencia y, finalmente, cuando entré a la edad adulta comencé a descubrir nuevos géneros gracias a las personas que me rodeaban. Actualmente, tengo una profunda curiosidad por el blues, me encanta su historia y es el origen de la música contemporánea. De hecho, fue por medio de la música que conocí a Pancho. Hace 5 años quise tomar clases de canto (uno de esos sueños frustrados) y él dictaba un taller. Me metí, aprendí a cantar y además conocí al amor de mi vida. ¡Win-Win!
¿Entonces cómo combino estas dos pasiones?
Mientras pensaba en sentarme a hacer algunos playlists para compartir con mi audiencia, pensé que no es suficiente juntar a mis artistas preferidos y hacer carpetas de música para crear un mood adecuado mientras cocino. El ambiente que uno crea con música o comida siempre va a estar sujeto a nuestros afectos, cómo nos sentimos en ese momento o cómo nos hace sentir tal o cual música. Entonces decidí ponerme en manos de un experto de verdad, enter: Matteo Rubbettino.
El experto
Conocí a Matt hace algunos años por un amigo en común. Hicimos click al instante por nuestra pasión por la comida, tanto así que comenzamos un proyecto juntos que se llamaba Bajo Llave donde invitábamos a diferentes personas y cocinábamos para ellas en casas de amigos. Después cada uno se fue por su camino, pero siempre apoyando los proyectos en los que íbamos trabajando. Cuando me decidí por buscar asesoría en el tema musical, inmediatamente pensé en él y nos juntamos en el Jervis Café de la Floresta para conversar un rato sobre qué es esto del diseño musical y si podía apoyarme con un playlist para mi audiencia.
Matt es italiano, de la región de Calabria. Llegó al Ecuador hace 4 años y aquí se nos quedó. Me contó que su sensibilidad hacia la música nace desde el vientre de su madre. Él supone que se debe a que su hermana ensayaba el piano forte mientras él se estaba gestando. Hasta hoy, cuando escucha este tipo de música, nace una emoción espontánea ante estos sonidos y vibraciones. Su pueblo al sur de Italia es pequeño, pero allí la comida siempre es el invitado principal. Estaba acostumbrado a que su madre y su abuela cocinen potajes locales. Cuando fue a Milán a estudiar la universidad, se topó con aquella realidad estudiantil que todos conocemos que involucra comer comida de una caja.
Sin embargo, su paso por Milán reafirmó su vocación musical cuando ganó un concurso de DJ y comenzó a poner música en bares y conciertos. Terminó sus estudios y decidió irse un poco más lejos: a Melbourne (Australia). Comenzó trabajando en una radio local cubriendo notas gastronómicas, y ahí se dio cuenta de que todos los restaurantes italianos tenían la misma música de los años 40’s y nadie había actualizado sus listas. Conversando con los dueños, los chefs y los clientes comenzó a crear esa empatía con los espacios y su creatividad musical comenzó a surgir.
En este punto de la conversación le pregunté ¿cómo encontró la situación musical en Quito cuando llegó? Se rió y me dijo, creo que llegué en un buen momento porque para ese entonces estaba en auge el Bossa para todo: Bossa n’ Stones, Bossa n’ Beatles, ¡Bossa n’everything! Ahora Matt ha creado una sólida reputación con muchos restaurantes en Quito -Noé, Grupo Z, Cyrano, Sabai, Ciré- y comenzó un proyecto con Metropolitano Touring. Como lo he dicho antes, ahora vivimos y pagamos por experiencias.
La Comilona playlist
Y así llegamos a este pequeño lanzamiento de La Comilona playlist disponible para todos en Spotify. Esta lista fue creada con amor y con la intención de “llevar esas cosas que aprendiste contigo mismo y compartirlas con más gente, con el resultado claro que las personas lo disfruten”- Matt. Este compartir del que habla el Matt viene de los dos, de nuestro común denominador que es la cocina, los sabores, los ingredientes y la magia de poder crear momentos inolvidables: él a través de la música y yo a través de la cocina. Van a encontrar varios géneros que espero que los lleve a relajarse, a disfrutar sus ritmos y mover ligeramente las caderas pero, sobre todo, a concentrarse en lo que cocinan y a crear nuevos recuerdos.
Cuando le pregunté a Matt cómo podía definir los géneros de este playlist para mis seguidores me dijo: jazz, blues, música de Brasil y electrónica suave para refritos. Así que cook away, people y me cuentan cómo les fue.
Matteo Rubbetino
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