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  • #ELCAFÉESUNAEXCUSA

    En efecto, el café solo fue una excusa para esta maravilla de aventura.

    Todo comenzó el jueves pasado cuando fui al Cirque du Soleil acompañada de Pancho y mi querida amiga Gaby D. y fuimos testigos de una obra hermosa con mucho poder femenino.

    El Circo del Sol nunca falla, la puesta en escena fue tan vívida y los personajes muy empoderados, nunca deja de sorprenderme cómo estos artistas están tan en control de sus movimientos y tan en sintonía con su arte que realmente me inspiraron. Me fui a casa soñando en piruetas y un lagarto que hacía malabares.

    De repente me iluminé y pensé: ¡qué genial sería tener acceso a alguien dentro del circo para poder hacer una nota para La Comilona! Para mi suerte, mi querida amiga, la chef Milena Díaz, fue parte del equipo de cocineros locales que trabajó con los artistas. La llamé y me dijo: Anaca, si puedes, vamos este lunes a un cafetal con parte del equipo del circo. Por supuesto, me demoré dos segundos en decir: ¿a qué hora salimos?

    Finalmente, llegó el lunes y a las 9 am estaba lista para verme con Milena y el resto del grupo viajero.

    Así conocí a Vladimir Pestov, alias Vova, (Rusia). Él interpreta el personaje de Cali, el hombre lagarto mascota de Miranda, el personaje principal de Amaluna. Vova viene de una familia circense, sus padres también son parte del Circo del Sol, y es un artista brillante, muy orientado a los negocios y observador. Siempre buscando buenas ideas para sus actos y haciendo malabares con todo lo que se le cruza.

    Nikolai Ermolaev (Rusia) es un acróbata de otro planeta que es parte de los personajes que encallan en la isla de mujeres después de una tormenta.

    Gina González (Argentina) dirige todo el front of the house de Amaluna, es decir, estaba a cargo de manejar el tema de venta de alimentos y bebidas, merchandising y todo lo que conlleva la experiencia de ventas del Circo del Sol.

    Compartí con el grupo de cocineros locales: Milena Díaz, Sebastián Galarza y Carlos Rosciano. Ellos han trabajado muy duro para poner al Ecuador en el mapa culinario del mundo con su creatividad.

    Una pareja maravillosa formada por Laurie Herrero y Swan Marchon, los creadores de Pasaporte Foodies (un MUST que tienen que seguir en IG y FB y comprar el pasaporte).

    Finalmente, nuestros anfitriones, Juan Guillermo Luna y Rodrigo Ontaneda. Luis Guillermo es colombiano y especialista agrónomo en café dedicado a producir y sembrar este producto. Rodrigo es propietario de Maquipucuna Lodge y Finca Orongo (donde está la plantación). Estuvo ahí para recibirnos y contarnos un poco sobre la historia de la finca y futuros proyectos. ¿Qué mejor compañía podía tener para este viaje?

    Salimos hacia Nanegalito (noroccidente de Quito) y, cuando llegamos, no podíamos perder la oportunidad de que nuestros amigos acróbatas probaran una deliciosa fritada con mote, mucho ají y plátanos asados, combinado con los sabores cítricos de un ceviche de palmito lleno de naranja, limón, tomate y culantro… ¡deli!

    Después de este mini almuerzo, tardamos unos 45 minutos más en llegar a la finca Orongo. Hectáreas de plantas de café, todas en pleno florecimiento mágico porque la flor del café es como un azahar, con ese olor dulce y fresco.

    Gracias a Juan Guillermo, aprendimos sobre el proceso de plantación de semillas de café y la importancia de crear un ambiente saludable para que las raíces crezcan rectas. ¡Después fuimos a recoger café! Aquí les tengo que contar un secreto, ¡yo no tomo café! jajajaja. Soy amante del té, así es que toda esta experiencia era nueva para mí, ¡y me encantó!

    Nunca había probado las bayas de café, son una delicia. Si tienen la oportunidad, háganlo. Es como una explosión de sabor dulce, como de capulí y uva, todo en un solo sabor fresco.

    Terminamos el día aprendiendo sobre café lavado y slow coffee, dos sabores y procesos distintos que brindan nuevos elementos de sabor al tomar café.

    ¡Ahora soy FAN total!

    Este fue un viaje muy espontáneo, donde nuevas amistades se forjaron, fuimos parte de un intercambio cultural y aprendimos muchísimo. Todo en un escenario maravilloso de valles verdes llenos de plantas de café, compartiendo con amigos y yo pensando ¿cuándo me voy a tomar mi próxima taza de café?

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