No sé si ya tuvieron la oportunidad de ir a Nuema, un restaurante de primera en el hotel Illa, en el barrio de San Marcos. Illa es un hotel boutique encantador con detalles en cada rincón.

En uno de esos rincones está Nuema, un espacio íntimo donde el chef Alejandro Chamorro, nos muestra su inspiración en base con productos locales y cocina contemporánea ecuatoriana. Con varios reviews importantes en prensa internacional dedicada a temas culinarios, Alejandro nos presentó un menú de degustación a 4 manos con su colega y amigo Cristian Marquina.

Cristian Marquina es ecuatoriano y, al momento, vive en España. Estuvo en Nueva York, en el Basque Culinary Center, pasó por Mugaritz, y actualmente se encuentra en el Miramar de Paco Pérez. A sus cortos 30 años, tiene una trayectoria importante y regresó al Ecuador por unas semanas para reconectarse con los suyos. En este espacio de reconexión, Cristian y Alejandro nos mostraron sus raíces y lo que les motiva a ser tan creativos en esta cena inolvidable.

El Menú

Paso 1

Mero/ruibarbo/macambo

Paso 2

Conchas/dashi/aire cítrico

Paso 3

Guisantes tiernos/holandesa/nitro a la parrilla/consomé

Paso 4

Palito en texturas/caracol de mar/aceite asnayuyo

Paso 5

Mimético de cangrejo/plátano verde/matices de una sopa criolla ecuatoriana

Paso 6

Dim sum de lengua/salsa carrillera/gnocchi de yuca

Paso 7

Pata de cerdo/berenjenas al achiote/mousse de almendras al humo

Paso 8

Mosaico de ubre/choclo/cayampas

Paso 9

Chulpi/chocho/toronja (Pía Salazar)

Paso 10

Higos/nogada/Pacari 70%

¿Cómo fue esta experiencia? Creo que la mejor manera de describirla es calidad de productos y un menú bien pensando y armado. La delicadeza de los productos utilizados se podía sentir en cada bocado. Productos locales que, en muchos casos, son sabores familiares y, en otros, una aventura para el paladar que siente nuevos aromas y texturas.

Mis favoritos, aunque fue una difícil elección:

Paso 1: Mero/ruibarbo/macambo

Un plato delicado donde el pescado fue la estrella y el ruibarbo, su complemento. El macambo le dio el contraste justo porque añadió una textura crujiente y un sabor a nuez y cacao.

Paso 3: Guisantes tiernos/holandesa/nitro a la parrilla/consomé

Este plato me abrazó y me llevó a mi infancia. Los guisantes o arvejas llenos de sabor y dulzura en una holandesa tibia que dejaba una sensación sedosa en boca. El toque del consomé caliente unió todos los sabores en el plato y, para mí, crearon un sabor tan familiar de mi infancia que me llené de emoción desde la primera cucharada.

Paso 6: Dim sum de lengua/salsa carrillera/gnocchi de yuca

¡Otro plato que me abrazó! De niña mi madre cocinaba lengua en casa y no me encantaba, pero la receta que ella hacía era muy rica. Esos sabores se quedaron conmigo. Ahora que no está, este plato me brindó ese cariño de madre. Un abrazo de lengua delicada envuelta en masa de dim sum y bueno, ni hablar del gnocchi que fue una delicia moderna.

Paso 9: Chulpi/chocho/toronja por Pía Salazar

Pía Salazar es la mente brillante detrás de los postres de Nuema. Este postre fue una experiencia única. Detrás de cada cucharada había un nuevo sabor y textura, era como ir abriendo un regalo e ir encontrando pequeñas sorpresas. Utilizar chulpi y chochos en un postre ya es innovador, pero debajo de estos sabores cremosos te encontrabas con toronja fría y mini migas de sabor que explotaban en mi boca haciendo ¡POP!

¡Gracias chicos por brindarnos este viaje de sabores inolvidable!

La experiencia del buen comer y beber siempre es única. Cada plato es cuidadosamente creado y ejecutado, el servicio se concentra en cada detalle de la mesa y el ambiente que quiere generar para el comensal. ¿Por qué este énfasis casi obsesivo en los detalles? Porque quienes nos dedicamos a la comida lo hacemos para compartir.

¿Ya han visitado el Hotel Illa y su restaurante Nuema? ¿Qué esperan para ir?